Con la llegada del verano y las altas temperaturas, es importante recordar que nuestros fieles compañeros peludos también pueden sufrir los efectos del calor extremo, como lo es la hipertermia o comúnmente conocido como los populares “golpes de calor”.

Por eso en este artículo descubrirás qué puedes hacer para mantener a tus amigos de cuatro patas seguros y frescos durante los meses más calurosos del año.

Primero comencemos definiendo qué es un golpe de calor:

Ocurre cuando la temperatura corporal de una mascota se eleva peligrosamente por encima de su rango normal y no pueden regularla de manera efectiva. Tanto perros como gatos, tienen un sistema de regulación térmica limitado en comparación con los humanos, lo que los hace más susceptibles a los efectos del calor extremo.

¿Cuáles son los síntomas de un golpe de calor en perros y gatos?

• Jadeo excesivo y salivación: Los perros y gatos intentarán regular su temperatura jadeando y salivando en exceso. Si notas que tu mascota está respirando rápidamente y con la boca abierta, presta atención a otros signos.
• Inquietud y agitación: Los animales afectados pueden parecer nerviosos, inquietos o incapaces de quedarse quietos.
• Letargo: Un golpe de calor puede hacer que tu mascota se sienta débil, cansada y sin energía.
• Encías y lengua rojas o pálidas: Las membranas mucosas en la boca de tu mascota pueden cambiar de color debido a la mala circulación.
• Vómitos y diarrea: Las mascotas con golpes de calor pueden experimentar problemas gastrointestinales.
• Tambaleo o falta de coordinación: Pueden mostrar dificultad para mantenerse en pie o caminar correctamente.
• Convulsiones o colapso: En casos graves, un golpe de calor puede llevar a convulsiones o incluso al colapso del animal.

¿Qué hacer si sospechas de un golpe de calor en tu mascota?

Ante un golpe de calor en tu peludo, es vital actuar rápidamente:

• Lleva a tu mascota a un lugar fresco y sombreado: Aleja a tu perro o gato del calor directo y ubícalo en un lugar fresco, como dentro de una casa con aire acondicionado o en una habitación ventilada.
• Proporciona agua fresca: Asegúrate de que siempre haya agua fresca y limpia disponible para que tu mascota la beba.
• Enfría a tu mascota con agua: Moja a tu perro o gato con agua fresca, especialmente en la zona de la cabeza, cuello y patas. No uses agua helada, ya que puede empeorar el choque térmico.
• Contacta a un veterinario: Incluso si los síntomas mejoran, contacta con tu veterinario de confianza para asegurarte que tu mascota no sufrió ningún efecto grave.

Recuerda que siempre puedes visitarnos en Dogtor’s Cat para obtener las recomendaciones y tratamientos que tu mascota necesite.

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