Es común escuchar que «los gatos siempre caen de pie», pero esta afirmación no es completamente cierta y puede llevar a un falso sentido de seguridad sobre la salud y el bienestar de nuestras mascotas.

Los gatos tienen un reflejo de enderezamiento muy desarrollado que les permite girar su cuerpo en el aire y aterrizar con las patas hacia abajo en muchas situaciones. Este reflejo se activa incluso cuando caen desde alturas moderadas, lo que les da una ventaja frente a otros animales. Sin embargo, esto no significa que estén inmunes a lesiones.

Varios factores pueden influir en la capacidad de un gato para caer de pie, como la altura de la caída, la posición en la que se encuentra, y su estado de salud general. 

En caídas desde alturas excesivas, como las de un edificio de varios pisos, el impacto puede ser tan fuerte que el gato no solo podría sufrir fracturas, sino también daño interno. De hecho, el «síndrome del gato volador» es una condición veterinaria reconocida, en la que los gatos que caen desde grandes alturas pueden sufrir lesiones graves.

Es importante recordar que aunque los gatos tienen una increíble agilidad, no están exentos de los riesgos derivados de caídas. Si tu gato tiene acceso a ventanas o lugares elevados, asegúrate de tomar medidas para evitar que pueda caer y sufrir accidentes.

La salud y seguridad de tu gato siempre deben ser una prioridad, así que si alguna vez tu mascota se ve involucrada en una caída o accidente, acude a emergencias inmediatamente para una revisión completa. Dogtor’s Cat cuenta con emergencia 24/7.

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